Pornografía en Internet

Salvador Salazar D. | Sección: Familia, Sociedad

En Chile, los rankings de tráfico en Internet, muestran que sitios de pornografía “dura” tienen más visitas que las páginas de elmercurio.com, latercera.com o el Banco de Chile. Esto es preocupante, ya que según el Presidente de Morality in Media (MIM), Robert Peters, la pornografía está causando un daño inmenso a los matrimonios, a los niños, y genera violencia contra la mujer. ”La pornografía está relacionada con la difusión de las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el SIDA, con la explotación sexual de menores, con los abusos sexuales y la violación, con el acoso sexual en el trabajo, y el tráfico sexual”.

La pornografía produce adicción y cada vez se busca algo más duro y desviado. No solo deja archivos temporales e historial en el computador, también los deja en la mente del que la consume. Basta analizar los casos de violadores de niños y mujeres para constatar esta verdad. Nuestra sociedad se queja de la violencia contra la mujer y de los abusos contra menores, pero se hace muy poco en contra de la pornografía en Internet.

Muévete Chile viene insistiendo desde el 2007 en una campaña de Internet Familiar, la que exige filtros –gratuitos y habilitados– a los proveedores de Internet (ISP). Si en la TV se regula el horario para mostrar pornografía y existe un Consejo Nacional de Televisión (CNTV), ¿por qué en Internet no se hace nada?

A pesar de que empresas como GTD Manquehue y VTR han desarrollado campañas del tipo “Internet Segura“, creemos que se debe hacer más para facilitar la protección, ya que los servicios de filtraje son un adicional que debe contratarse y pagarse. ¿Por qué no entregar Internet con un filtro habilitado, y que sean los padres los que decidan si quieren deshabilitarlo?, este cambio en el servicio actual facilitaría el resguardo de la familia, ya que muchos padres no habilitan los filtros porque deben hacer un trámite, porque deben pagarlo, o simplemente por indiferencia.

En una reciente conferencia titulada “Los costos sociales de la pornografía”, dictada en el Kings College de Nueva York, Robert Peters comienza relatando su propia experiencia y como le tomó un año dejar de tomar, dos años dejar de fumar y siete años dejar de ver pornografía. Este es otro indicativo de lo adictiva que puede ser esta lacra social.

Al hablar de los costos sociales de la industria pornográfica, Robert Peters comienza describiendo el drama de las mujeres que participan en ella. Desde que empezó a investigar, explica, “he visto muchas fuentes que indican que la mayoría sufrieron abuso sexual o fueron muy maltratadas cuando niñas”.

Citando luego un estudio sobre este trágico tema, el abogado señala que muchas llegan “desencantadas, con sus cuerpos y con su sexualidad venida a menos a causa de un abusador”.

Dado además que la pornografía se produce mayoritariamente para hombres y que cuando estos se vuelven adictos buscan cosas “más duras, explícitas, desviadas” estas mujeres son pagadas “para que den la impresión de disfrutar la degradación y la violencia, cuando la realidad es muy distinta. Algunas consumen drogas para paliar el dolor o adormecer su sensibilidad”, explica el Presidente de MIM.

Ese no es el único problema, precisa Peters, ya que “muchas de estas mujeres contraen una o más ETS, y para todas, hay un permanente registro de la degradación. Creo que el tráfico sexual es parte de la explicación de porqué hay tanto pornografía dura disponible en Internet”. “No todas estas mujeres son pagadas. Algunas (tal vez muchas) son forzadas. Y cuando los adolescentes y los adultos buscan este abominable material, ayudamos a crear el mercado que asegura que se hará más de esto”, añade.

El Presidente de MIM describe algunos de los daños que la pornografía causa a los niños y precisa que “muchos hombres que son adictos a ella la vieron por primera vez siendo niños. La exposición a la pornografía puede llevar a la adicción que le roba a los niños la oportunidad de desarrollarse de manera saludable psicológica, moral y espiritualmente”. Según recientes estudios, añade, con Internet “los niños están expuestos a la pornografía cada vez a más temprana edad”. Lo anterior es preocupante, ya que con las escuelas y bibliotecas públicas, el Estado Chileno ha sido negligente al entregar computadores con Internet sin cuidar la salud psicológica y moral de los niños y jóvenes. Esto se suma a que en la actualidad el padre y la madre trabajan, por lo que difícilmente podrán cuidar la navegación de sus hijos en casa.

En el caso del matrimonio, otro especial ámbito duramente golpeado por este mal, suele “ser el esposo quien es adicto a la pornografía. Esta adicción puede afectar negativamente (destruir) el matrimonio de muchas maneras: el esposo puede perder el interés sexual en su esposa, o actuar sus fantasías alimentadas por la pornografía con su cónyuge, o en vez de ella con una prostituta. Puede gastar decenas de miles de dólares alimentando su adicción. Incluso si la adicción no destruye el matrimonio, puede causarle al cónyuge mucho dolor”, indica Peters.

Al comentar luego que la adicción a la pornografía también aleja a los varones del matrimonio, porque “muchos jóvenes adultos prefieren la masturbación delante de una computadora en vez de pasar tiempo con una mujer”, el abogado advierte, citando numerosos estudios, que la pornografía también genera futuros agresores sexuales de diversa índole a raíz de la degeneración producida en la persona.

Confiamos en que los proveedores de Internet pueden mejorar su servicio actual y ser pioneros en ofrecer un filtro –gratuito y habilitado– en favor del futuro moral de nuestro país.




Fuentes: muevetechile.org, mim.org, alexa.com, aciprensa.com, vtr.com

Notas: El autor es Presidente de Muévete Chile, www.muevetechile.org.
Información complementaria a este artículo la puede encontrar en el artículo Los medios y los niños.