Abuso de poder: legislación pro aborto y eutanasia

María Dolores Vila-Coro | Sección: Política, Vida

Recientes declaraciones de senadores y diputados de la Concertación, en cuanto a que el aborto sigue siendo una “asignatura pendiente” en nuestro país, ponen de manifiesto, una vez más, la existencia de una clara agenda anti-vida. Como España ha sido reiteradamente mostrada como “el ejemplo a seguir” en estas materias, reproducimos a continuación una entrevista a la doctora María Dolores Vila-Coro recientemente publicada en Zenit.org.

La actual promoción legislativa de la cultura anti-vida en España exige reacción, posible para todos desde numerosos ámbitos, explica en esta entrevista concedida a Zenit la doctora María Dolores Vila-Coro, directora de la Cátedra de Bioética y Biojurídica de la UNESCO (www.catedrabioetica.com), miembro de la Academia Pontificia de la Vida y autora, entre otros volúmenes, de “La Bioética en la encrucijada – Sexualidad. Aborto. Eutanasia”.

–Últimamente el gobierno español está tratando de promocionar el aborto y la eutanasia. ¿En qué consisten los cambios que pretende introducir?

Para estudiar el tema del aborto se ha creado un Comité de expertos en el que no participa ninguna organización pro-vida. Se quiere aprobar una nueva ley sobre el aborto que va a consistir en un sistema de plazos, combinado con una serie de supuestos. La eutanasia, según recientes declaraciones del Ministro de Sanidad, consistirá en que cada uno pueda disponer de la propia vida, es decir, un suicidio asistido a voluntad.

–¿Cuáles pueden ser las consecuencias de estas modificaciones?

El establecimiento de una cultura materialista en la que el hombre (individuo, no persona) sin raíces, sin valores, ni normas objetivas de moralidad, sin ideales hacia los que orientar su vida, sin el apoyo de una familia, se convierta en una pieza al servicio del poder.

–Como jurista, ¿considera que estamos ante un abuso de poder?

Sí, es un abuso de poder. El gobierno pretende proyectar su ideología sobre el pueblo en vez de estar a su servicio. Los parlamentos no deciden lo que son o no son derechos, solamente los reconocen. No existe un derecho a terminar con la vida de nadie. Estos son facultades que se reconocen al hombre para que pueda desarrollar su proyecto existencial. Sería contradictorio que hubiera un derecho a la muerte que supone terminar con el propio derecho y con todos los derechos posibles.

–¿La eutanasia se propone sólo para personas con enfermedades terminales?

La eutanasia propiamente dicha no está tipificada en nuestro Código Penal, aunque equivale al cuarto supuesto del delito de “ayuda al suicidio”. Consiste en causar, con actos necesarios, la muerte de otro que se encuentra sufriendo una enfermedad irreversible y sufre grandes padecimientos. Me temo que lo que se pretende no es despenalizar la eutanasia, sino despenalizar el suicidio asistido. En Bélgica se vende en las farmacias un “kit” para que uno pueda quitarse la vida, por sí mismo. El eslogan socialista es: “mi cuerpo es mío”.

–¿Qué impacto real están teniendo en la sociedad estos repetitivos eslóganes y estereotipos, no sólo del estilo “tu cuerpo es tuyo”, “tienes derecho a decidir”, sino también “muerte digna”, incluso “suicidio asistido”

No cabe duda de que calan en el subconsciente. Vivimos muy deprisa y la gente no se para a pensar con rigor. No cabe duda de que influyen a la hora de tomar decisiones. Además, son necesarios conocimientos que no todo el mundo posee. Es preciso formar formadores que puedan dar a conocer la realidad, lo que las cosas son, sin eufemismos.

-La promoción de la eutanasia o el aborto está coincidiendo con una situación económica en caída libre…

Pero no diría que se trata de una cortina de humo, como algunos indican, para distraer la atención de la crisis económica. Desacralizar la vida humana y privar al hombre de valores espirituales, de toda trascendencia y significado moral, es una estrategia perfectamente programada por el marxismo. Esta táctica se demuestra, palmariamente, en la Bioética

–¿Promueve la Administración Pública en España políticas de ayuda a la madre embarazada, los nacimientos?

No sólo no se ayuda a la embarazada, sino que se ponen dificultades para dar al niño en adopción. La adopción sí que constituye una verdadera demanda social; hoy las familias se tienen que marchar al extranjero para adoptar, debido a las dificultades que hay en España. China, Rusia, Rumanía… e Iberoamérica son los lugares elegidos tras multitud de trámites y elevado costo económico. Entre otras medidas, se debía restablecer el antiguo “torno” (como se ha hecho en Italia) en el que se dejaba a los niños. Y permitir que la madre no tenga, necesariamente, que reconocerlo. Lo contrario precipita a muchas mujeres al aborto, a abandonar a las criaturas a su suerte o a quitarles la vida y tirarlas a los contenedores de basura.

–¿Qué necesitan los ciudadanos para discernir adecuadamente estos ataques a la vida?

Para hablar con autoridad de estas materias es necesario tener conocimientos de biología: el genoma humano, la terapia génica, el principio y fin de la vida humana… La antropología y la ética orientan la reflexión al mostrar la naturaleza del hombre, los valores y principios de la moral y, por último, el Derecho estudia las leyes que conviene derogar o promulgar, las declaraciones de derechos y en una palabra el significado del Estado de Derecho con los principios y valores vigentes en las Constituciones modernas.

–La bioética, ¿está más que nunca en una encrucijada?

Ante los nuevos descubrimientos científicos se enfrentan dos ideologías, el humanismo y el materialismo en pugna por establecer un nuevo orden moral. Por una parte es una oportunidad para recuperar los valores que han configurado nuestra cultura occidental. También lo es para las ideologías materialistas que, con la manipulación del lenguaje, alteran las connotaciones emocionales de los conceptos y crean una nueva actitud espiritual.

–¿Qué respuestas propone usted a corto, medio y largo plazo a estas propuestas que ponen en jaque a la vida humana?

Despertar a la sociedad civil y que reaccione con fe, vigor y entusiasmo. Para ello debe formarse. Nuestros cursos de Bioética y Biojurídica se han creado con esa intención. Formamos a miembros de los comités de Bioética de los hospitales; a periodistas que informen con conocimiento y verdad; a juristas que defienden los intereses de los ciudadanos; a jueces que interpreten y apliquen las leyes y a los integrantes de la comisiones codificadoras, para que promulguen leyes racionales y justas que es tanto como decir verdaderas leyes.

Nota: Este artículo fue preparado por Marta Lago y publicado originalmente en Zenit.org.

Tagged as: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,