Quienes se han librado de la pesadilla de vivir en la propia patria el paso de un régimen republicano a una tiranía totalitaria tienen serias dificultades para comprender (1) que, en nuestros días, eso puede pasar en cualquier país, y (2) también cuál sea la profundidad del mal que se abate sobre un desdichado pueblo cuando eso ocurre. Hoy poseo en mi poder algunas noticias de fuentes fidedignas que pueden quizá ayudar a abrir los ojos a algunos acerca de las profundidades de maldad que están extendiendo su imperio en Iberoamérica. He decidido, por ello, presentarlas ante sus ojos, con breves comentarios.

En Noticiero Digital (www.noticierodigital.com) y en Aciprensa se informó de un hecho gravísimo. La primera fuente, además, contenía una fotocopia del comunicado de la Diócesis de Caracas, firmado por los Obispos Auxiales Nicolás Bermúdez y Luis Armando Tineo, de la que voy a transcribir fragmentos. Ningún diario, ni venezolano ni extranjero, dio esta importante información. ¿De qué se trata? En Petare, antiguo Pueblo de Doctrina visitado en el siglo XVIII por el Obispo Martí, “en el sector ‘El Winche’, […] en los límites de la Parroquia ‘San Francisco de Sales’, el 16 de diciembre de 2000 fue bendecida la capilla católica ‘Jesús de la Divina Misericordia’ por Monseñor Nicolás Bermúdez V., Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cacacas, […] confiada a las Hermanas Misioneras Lauritas. Hace cuatro (4) años la modesta e inconclusa residencia de las Hermanas, […] fue invadida por personas lideradas por la ciudadana María Cecilia Cárdenas. El domingo 7 de septiembre del presente año, terminada la celebración dominical, un ‘Teniente de la Reserva’, que según testigos se llama José Luis Villalda, ordenó a las Hermanas y a la comunidad de los fieles que debían desalojar la capilla porque en adelante ésta sería destinada a la formación o entrenamiento de ‘Brigadas Infantiles y Juveniles de la Reserva’, integradas por menores de 8 a 14 años. Según testimonio de los vecinos, la capilla está siendo utilizada para actividades con los menores hasta altas horas de la noche”. Pienso que el texto transcrito no necesita comentario.

Pasemos a otro hecho.

Hace más de año y medio el líder estudiantil de la Universidad de los Andes (Mérida, Venezuela), Nixon Moreno, se refugió en la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas, porque su vida corría peligro, y el gobierno le había imputado unos crímenes que no cometió. En ese tiempo acabó por internet sus estudios en ciencia política, y se graduó en un acto celebrado por las autoridades universitarias en la sede de la propia Nunciatura. La Santa Sede intentó conseguir que algún otro país le diera asilo al estudiante, pero al final tuvo que concederlo ella misma. Así lo hizo el 11 de junio de 2008, aunque no lo publicó hasta mucho más tarde (“El Universal”, 17 de septiembre de 2008, “El Vaticano otorgó asilo diplomático a Nixon Moreno”). El gobierno se niega a darle el salvoconducto. Expertos venezolanos sostienen que sólo una vez en toda la historia de Iberoamérica se había negado un salvoconducto, y fue cuando el gobierno de facto de Perú se lo negó a Haya de la Torre en 1948 (“El Universal”, 6 de octubre de 2008, “Angelina Jaffé y Raúl Arrieta critican actitud oficial ante caso Nixon Moreno”). Pues bien, como de costumbre, el gobierno no sólo niega el salvoconducto, sino que intenta criminalizar a todos los que se oponen a sus designios homicidas. Así lo formuló un “profesor” de Derecho Administrativo de la Universidad Católica Andrés Bello, Carlos Escarrá (mi antiguo “profesor”, con vergüenza lo digo), y ahora parlamentario oficialista (“El Universal”, 25 de septiembre de 2008, “Escarrá señala que informe de HRW se basó en informaciones de medios”), con ocasión del repudio oficial del informe de Human Rights Watch: “Dio a entender que el informe del director de Human Rights Watch (HRW) forma parte de la desestabilización que se quiere lograr en el país. ‘El Imperio […] está tratando de desestabilizar democracias, no es casual que nos manden al mequetrefe de (José Miguel) Vivanco acá a violentar y a acusar. Vivanco participó en la dictadura chilena y ahora es defensor de derechos humanos muy defensor’. Dijo que el organismo HRW elaboró un informe sobre las bases de las informaciones de medios como Globovisión, El Nacional, El Universal, pero nunca entrevistó a los parlamentarios. ‘A quienes entrevistó fueron a los que están dentro de este mismo programa [de magnicidio por razones imperialistas] con los que la cúpula podrida de la Iglesia le otorga asilo diplomático a Nixon Moreno’, añadió el parlamentario. Sobre Moreno dijo que no era merecedor del salvoconducto. ‘Un tipo que todavía tiene lisiado a un policía, que intentó violar a una mujer, que es un delincuente barato, que sepa que el gobierno venezolano no le va a dar salvoconducto y estará 20 años o más para que saque su segunda carrera, pero como un delincuente común será juzgado’, sentenció”. Este texto es una pieza para la antología de las tácticas propagandistas totalitarias.

Como se recordará, pues lo reseñó la prensa chilena, hace no mucho fue asesinado de veinticinco balazos (aunque el informe oficial dice que fueron sólo once) el Presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad del Zulia, Julio Soto, miembro del Partido Demócrata Cristiano, COPEI. Como era de esperarse, el gobierno y la prensa que controla (que es casi toda) ahora lo acusan a él de ser un corrupto podrido, miembro de una mafia que traficaba con los tickets de comida de los estudiantes. No diré más de este caso, porque ya se conoce aquí. Lo que no se conoce es que unas semanas antes fueron asesinados dos estudiantes de la Universidad de Carabobo, o que esa misma semana fue asesinado un estudiante de la Universidad de los Andes. Volveré sobre este último en un momento, porque la reseña de prensa que lo publicó tiene un interés especial. Antes quiero decir que en diciembre, mientras estaba estacionado, estalló el auto de otro líder estudiantil, el Presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar (donde yo mismo organicé el movimiento estudiantil hace ocho años), pocos días después del referendo constitucional en el que Chávez tuvo que reconocer su derrota por primera vez, debido a la fuerza del movimiento estudiantil. El informe oficial dictaminó “accidente”, como causa de la explosión. Dicho esto, traigamos algunos fragmentos de la nota de prensa que relató el asesinato de Oscar Dugarte (“El Universal”, “Oscar Dugarte, de la Escuela de Criminología, fue muerto de un disparo”, 4 de octubre de 2008): “Liliana Guerrero, presidenta de la FCU-ULA, dijo que los estudiantes ‘no nos la calamos más, mi llamado es a este gobierno, Tarek (El Aissami), el señor Presidente (Hugo Chávez), el gobernador del estado Mérida (Florencio Porras), a quien hace tiempo le pedimos la destitución del director de Seguridad’ [bajo el régimen de Chávez son abundantes cada año los asesinatos de estudiantes en Mérida]. […] El arzobispo de Mérida, monseñor Baltazar Porras, manifestó su preocupación por la escalada de violencia. ‘La muerte de estos dos estudiantes, no son los primeros, todo se queda en el aire, se achaca (el hecho) al hampa común, sin que se asuman responsabilidades y sin que se busque cómo superar este clima de incitación y amenaza. Los venezolanos viven con un fantasma de persecución’, señaló”.

Léanse bien las cautas pero valientes palabras del Arzobispo de Mérida. Conéctense, además, con un reportaje recientemente publicado por “El Universal” (“Auge delictivo. A balazos en Barinas”, 5 de octubre de 2008), en el que se informa que en 1990 en el Estado Barinas hubo un crimen violento (¡uno!), mientras: “En lo que va de año ha habido trabajo de sobra: 378 homicidios registra el estado Barinas hasta el 30 de septiembre. […] Las cifras, claro, son extraoficiales: una sumatoria de los casos reseñados por periodistas locales (La Prensa de Barinas) […]. La estadística oficial forma parte de los misterios del llano. Pero los muertos no se pueden ocultar y los políticos, analistas y opinadores que tratan el tema de la inseguridad manejan estimados muy cercanos a los números que dan los periódicos. Agentes policiales calculan, desde el anonimato, más de 300 personas asesinadas y otros, del Cicpc, apuntan que serían 400: ‘Cuando los matan cerca de Táchira, por ejemplo, los casos pasan a esa jurisdicción, no se toman por Barinas’. El Observatorio Venezolano de Violencia situó la tasa de homicidios de Barinas el año pasado en 46 por cada 100 mil habitantes. En 1999 era de 9 por cada 100 mil”. En 1999 ya gobernaba Chávez, de modo que se registró en él un aumento respecto de 1998. Y desde 1990 hubo un aumento paulatino de la violencia en este estado cercano a Colombia, debido a la acción de las FARC, y al desmantelamiento de una unidad combinada de las fuerzas de seguridad venezolanas, que combatía a la guerrilla (cfr., respecto de las afirmaciones contenidas después de la transcripción, el reportaje de Francisco Olivares “Violencia Rural”, en “El Universal”, 20 de agosto de 2006). Pero nótese, en todo caso, que el número de homicidios, desde el primer año del gobierno de Chávez hasta hoy se ha multiplicado por cinco.

El último punto que quiero incluir en mi lista de hoy es que recientemente ha habido ataques violentos y ataques “jurídicos” contra el Director de uno de los últimos periódicos que goza de cierta independencia, “El Nuevo País”, y contra el único medio audiovisual de cobertura nacional que goza de cierta independencia, Globovisión. Veamos un breve extracto de una nota de prensa reciente (“El Universal”, “SIP condena agresión contra el diario El Nuevo País”, 15 de octubre de 2008): “La SIP condenó hoy la agresión perpetrada contra el diario El Nuevo País por parte de un ‘grupo afín al Gobierno de Venezuela’ […]. El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Robert Rivard, pidió al Gobierno de Venezuela ‘poner control’ a sus militantes. […] El grupo «La Piedrita», afín al Gobierno, arrojó el martes dos bombas lacrimógenas que afectaron a los trabajadores de la sala de redacción y la rotativa del periódico. También distribuyeron un comunicado en el que declararon objetivo militar al director del periódico, Rafael Poleo, según la SIP. […] Rivard citó la resolución sobre Venezuela aprobada en la asamblea general de la SIP, celebrada del 3 al 7 de octubre pasado en Madrid, que condenó ‘la violencia verbal del presidente Chávez contra los medios de comunicación y los periodistas venezolanos independientes, señalada como directa motivación para las amenazas y agresiones por parte de funcionarios oficiales y activistas’. […] También el 23 de septiembre pasado, el mismo grupo atacó con bombas lacrimógenas la sede de Globovisión y distribuyó panfletos en los que declaraba al canal y a su director, Alberto Federico Ravell como ‘objetivo de guerra’, según la SIP”.

Podría dar otros ejemplos que muestran el recrudecimiento de la tiranía, mas espero que los aquí recogidos sirvan para abrir los ojos del público. Hay una seria amenaza totalitaria en Hispanoamérica, y estas amenazas no se rechazan sino con un uso proporcionado de la fuerza, unido a un resurgimiento del verdadero espíritu católico que venza al fanatismo secularista revolucionario.